martes, 19 de junio de 2012


El instinto de supervivencia del ser humano siempre ha existido condicionando la existencia del hombre, llevándolo al limite para cumplir sus necesidades y requerimientos. Junto con el libro el instinto de supervivencia tiende a ser miedo o temor del hombre hacia la muerte, por lo que los conflictos externos (sociedad) e internos empiezan a surgir y a chocar generando mala conducta de la sociedad para con el hombre y viceversa, como se encuentra plasmado de manera implícita en la obra cuando la sociedad, con tal de no contagiarse de la ceguera blanca decide encerrar a los ciegos en un manicomio, rechazándoles y extremando medidas de seguridad.
Este instinto, se ve aún mas marcado en el primer momento en que entre ellos mismos empiezan a utilizar violencia física y a intercambiar sexo por comida, aprovechándose los hombres de su fuerza para someter a las mujeres a sus deseos.
Por otra parte, la actuación del estado es precisamente, un punto de partida para hablar acerca de la condición humana, pues en este caso en vez de decir que el hombre es malo por realizar estos abusos de poder, se justifica su acción en ambos casos debido a sus necesidades.

Para finalizar, el ensayo sobre la ceguera plantea la ceguera, como lo que se vive hoy día en medio de un estado y sociedad corrupta; devolviendo a la vez, la visión dejando una posibilidad de cambio del hombre para con la sociedad y de la sociedad para con él, inculcando el libre albedrio.

sábado, 16 de junio de 2012


 José Saramago nació en Azinhaga (Portugal) en 1922. Antes de responder a la llamada de la literatura trabajó en diversos oficios, desde cerrajero o mecánico, hasta editor. En 1947 publicó su primera novela, "Tierra de pecado", ahora reeditada en Portugal, coincidiendo con los cincuenta años de su aparición. Pese a las críticas estimulantes que entonces recibió, el autor decidió permanecer sin publicar más de veinte años porque, como él afirma ahora «quizá no tenía nada que decir». Sin embargo, a finales de los sesenta se presentó con dos libros de poemas: "Os poemas possiveis" y "Provavelmente alegría" (parte de un ciclo que completaría en 1975 con "O ano de 1993"). Puede que la demorada publicación de sus textos sea el motivo por el que numerosos críticos lo consideran un «autor tardío». Y quizá sea cierto, aunque ello en modo alguno vaya en contra de una cuestión mucho más importante: Saramago es dueño de un mundo propio, minuciosamente creado, libro a  libro, y su obra lleva muchos años situándolo en el primer plano literario de su país. Ya sus primeras publicaciones en prosa -"Manual de pintura y caligrafía" (1977) y "Alzado del suelo" (1980),- lo acreditan como un autor de indiscutible originalidad, por su controvertida visión de la historia y de la cultura.
          No obstante, la celebridad y el reconocimiento a escala internacional le llegan con la aparición en 1982 de su ya legendaria novela "Memorial del convento", a la que siguió "El año de la muerte de Ricardo Reis". En esta última, su precisa y sentimental indagación del universo de Fernando Pessoa -a través de uno de sus heterónimos- se convierte casi de inmediato en una obra «de culto», que cruza todas las fronteras. El trabajo narrativo de José Saramago goza desde entonces de una admiración sin límites, que cada nuevo título va confirmando: "La balsa de piedra" (1986), "Historia del cerco de Lisboa" (1989), "El evangelio según Jesucristo" (1991), "Casi un objeto" (1994), "Viaje a Portugal" (1995) o "Ensayo sobre la ceguera" (1996). Todos estos textos -que suscitan tantos elogios como reñidos debates- consagran a José Saramago como una de las principales figuras de la literatura de este siglo.

          Distinguido por su labor con numerosos galardones y doctorados honoris causa (por las Universidades de Turín, Sevilla, Manchester, Castilla-La Mancha y Brasilia), José Saramago ha logrado compaginar sus viajes y su labor literaria con su amor a Lisboa y sus estancias en Lanzarote, lugares en los que reside alternativamente y donde lleva adelante su búsqueda artística de todo aquello que la historia no recoge, sustrayéndolo al conocimiento del hombre. Algo que señala con justificada reiteración en Cuadernos de Lanzarote, verdadera autobiografía espiritual donde Saramago subraya las líneas maestras que guían su escritura.

          Ha recibido el Premio Camoes, equivalente al Premio Cervantes en los países de lengua portuguesa.

          Su ultima novela, "Todos los nombres", ha figurado en las listas de los libros más vendidos desde su publicación durante el pasado mes de enero de 1998.